Branko Milanovic
Uno de los mayores expertos en desigualdad global, el economista Branko Milanovic dice que la reducción de la clase media en países como Estados Unidos lleva al ascenso de líderes populistas y pone en riesgo el crecimiento sostenible en el mundo.
"Estamos votando en contra porque estamos infelices", dice.
Branko Milanovic, economista serbio-americano y profesor de la City University de Nueva York, es autor de "Global Inequality"; fue economista jefe del Departamento de Investigación del Banco Mundial durante dos décadas
Desde fuera, el mundo parece cada vez menos desigual, con la renta de los países pobres y ricos convergiendo. Sin embargo, internamente, la desigualdad sólo aumenta, exprimiendo a la clase media. Cuál es la consecuencia de ello?
Hay una mejora significativa entre las clases más pobres en países emergentes, principalmente en Asia. China llama más la atención, pero esta tendencia también la experimenta India, Tailandia, Camboya y Vietnam.
Estos países tienen una mano de obra razonablemente bien instruida, capaz de hacer lo que se hacía en Occidente a un coste mucho más bajo.
Así que es normal, especialmente si se tiene la capacidad tecnológica de desplazar la producción a esos países, que se prefiera la mano de obra de allí antes que la de Suecia, Estados Unidos o Francia, porque se va a beneficiar más.
De ahí viene que la clase media esté siendo exprimida. Es la globalización sumada al avance tecnológico. Pero es ilusorio creer que sea posible aislar cuánto de ello se debe a la globalización y cuánto a los cambios tecnológicos, porque la globalización es el marco del cuadro donde ocurren los cambios tecnológicos.
Asimismo, hay una segunda presión, que viene de la cúspide. Del 1%, 5% o hasta del 20% más rico que están en la parte más alta de la pirámide. Son personas que tienen éxito en la globalización, que no están compitiendo con los que están en China o en otros lugares.
Personas que, en cierto modo, se benefician de la existencia de una fuerza de trabajo más barata en esos países.
Entonces, tenemos una situación paradójica, pues lo que de hecho hay es una alineación de intereses entre el mundo pobre y el mundo rico contra la clase media en los países ricos.
A diferencia del dinero, que se mueve libremente por el mundo, hay un límite claro para la inmigración. Es posible atacar la desigualdad sólo con impuestos sobre el capital, que es móvil?
Los gobiernos se han vuelto impotentes para enfrentar muchas cosas, particularmente para aplicar impuestos sobre el capital.
Conocemos buenas citas de Adam Smith (1723-1790) diciendo básicamente que una persona que posee capital no es un ciudadano de su país de origen, es un ciudadano del mundo. Porque puedes moverlo a donde quieras.
Y esto actualmente también vale para la mano de obra altamente preparada.
Puedes hacer muchos trabajos en muchos lugares del mundo hoy en día. Con ello, los gobiernos nacionales realmente no son capaces de cobrar impuestos fácilmente de estas personas. Es algo muy difícil para el Estado de Bienestar Social, bajo las condiciones de la globalización, porque las personas que tienen capital monetario o habilidades muy cualificadas realmente abandonan esos países y se van a otros lugares.
Y, como se sabe, hay muchos países en los que son bienvenidos, porque estos traen el poder de compra, dinero y todo lo demás.
La ironía aquí es que mientras países ricos en Occidente se benefician del influjo del trabajo cualificado procedentes de países pobres, no quieren recibir más extranjeros. Por eso cierran la frontera.
La consecuencia parece ser un inconformismo de la clase media, cuando vota en gobiernos y líderes populistas, no?
Es verdad. Y es común que la gente pregunte cuál es el programa para las clases medias, cómo podrían cambiar. El hecho es que no hay ningún programa coherente.
Así que gran parte de esa elección es lo que solía ser, y aún es, el llamado voto de protesta. En otras palabras, estamos votando en contra y en buena medida porque estamos infelices.
Ahora, cuáles son las promesas que formulan las personas como Donald Trump? Son de dos tipos.
Por un lado, de que algo va a cambiar en la globalización. En el caso de Trump, la promesa es ir a una guerra comercial con China, traer esos empleos de vuelta a Estados Unidos, lo que evidentemente es imposible. Los empleos se han ido y no van a volver.
Pero al menos existe una retórica, existe algún uso de fuerza política para posiblemente forzar a China a cambiar los derechos sobre la propiedad intelectual, el uso de la tecnología extranjera, tal vez aumentar la importación de soja y cosas así.
Por otro lado, sólo hay una promesa de mejora de la distribución a nivel nacional. Porque hasta ahora hemos visto la reacción contra China y la globalización. Pero muy poca reacción política en términos de medidas a favor de la disminución de la desigualdad interna.
Hay idas y venidas de políticos. Está, por ejemplo, [la diputada demócrata norteamericana] Alejandría Ocasio-Cortez, que habla sobre alícuotas del 70% para los más ricos o [el senador demócrata] Bernie Sanders.
La ironía es que hoy vemos ese ala del espectro político americano más a la izquierda que en cualquier otra nación de Occidente. Estamos acostumbrados a ver a Estados Unidos más a la derecha que, digamos, Suecia o Alemania. Es irónico que haya un segmento "socialista" en Estados Unidos.
Cuál es la consecuencia de la profundización de las desigualdades para el crecimiento económico sostenible?
Esta es la gran pregunta. El argumento de siempre era que se necesitaba una clase media muy fuerte no sólo para mantener la democracia, sino para crear un grupo de personas con el mismo nivel de consumo para generar producción en masa.
El peligro de hacer desaparecer a la clase media es que el motor de crecimiento tendrá que cambiar. No significa que no habrá crecimiento, pero que habrá un tipo muy diferente de crecimiento.
Otra cuestión es que cuanto mayor desigualdad, menor será la proporción de ricos interesados en servicios públicos, porque ellos pueden pagar por servicios privados de mejor calidad como escuelas, transporte y sanidad.
En una sociedad polarizada y desigual será posible que exista el seguro de desempleo, siendo que, por definición, la seguridad social incluye a todo el mundo? Por qué? Si el seguro de desempleo es sólo para personas que no tienen dinero o están sin trabajo quién va a pagar por ello?
Los ricos, con cierta razón, entonces piensan que, si no usan nada del Estado, porque pagan servicios privados, no deberían pagar los servicios públicos.
Por lo tanto, percibimos que hay problemas inmensos por delante. Primero, sobre el Estado de Bienestar Social; segundo, sobre el tipo de crecimiento que estamos teniendo; y, tercero, sobre la democracia. Esto no es broma. Son cuestiones serias sobre las que no tendremos consecuencias en seis meses, pero sí dentro de 10 o 20 años.