Sin el peso de la ley, los principales documentos que proporcionan pautas para el uso de la inteligencia artificial actúan como recomendaciones.
"Si no hay una ley, no se puede esperar a que las compañías inviertan sin tener ningún beneficio o castigo", dice Renato Rocha Souza, profesor de FGV e investigador de la Academia de Ciencias de Austria.
"Las pautas realmente necesitan pautar, y no ser una lista de deseos", dice la investigadora holandesa Kanta Dihal, de la Universidad de Cambridge. Ella cita la ley europea de protección de datos, GDPR, como un buen ejemplo. "Funciona muy bien porque es muy específico y tiene un mecanismo de responsabilidad".
La UE (Unión Europea), por ejemplo, ha publicado uno de los principales textos sobre el tema, pero reconoce que su documento representa solo un punto de partida para discusiones.
Otras organizaciones internacionales lanzan materiales similares. Entre ellos se encuentran la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico), la Unesco, el IEEE (Instituto de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos) y el Banco Mundial.
Tabitha Goldstaub, cofundadora de CognitionX (especializada en conectar empresas con especialistas en IA para consultorías), realizó una encuesta que analizó más de 100 documentos con pautas para la adopción segura y ética de IA, procedentes de empresas, gobiernos y otras entidades.
El filósofo italiano Luciano Floridi, profesor de la Universidad de Oxford y uno de los principales pensadores mundiales sobre tecnología y ética, critica la generalización de la mayoría de estos documentos que aparecen, pero opina que muchos son "mejores que nada". Él dice, sin embargo, que estamos en la dirección correcta.
"Necesitamos hacer mucho más. Por esta razón, las verdaderas directrices son elaboradas por gobiernos, organizaciones o instituciones internacionales", dice. La necesidad ahora es traducir estos principios generales en políticas prácticas.
Para el griego Konstantinos Karachalios, director general de IEEE-SA (organización para criación de normas técnicas de Instituto de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos, la principal asociación en el mundo dedicada al análisis de los impactos de los avances tecnológicos), el desafío de adoptar sistemas inteligentes es tan grande que una organización sola no podría hacer todo el trabajo.
Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA